Brasil solo se convirtió en una sociedad «envejecida» en 2012, pero se prevé que la proporción de su población de 65 años o más se haya triplicado en 2050, gracias a una mayor esperanza de vida y una disminución de las tasas de fertilidad. Como la población de Brasil es aún relativamente joven, el envejecimiento aún no se ha convertido en una cuestión de amplio interés público.
Sin embargo, en iniciativas recientes del gobierno podemos entrever que el país se está preparando para el cambio demográfico, incluidas iniciativas para construir ciudades adapatadas a los mayores y planes de salud orientados específicamente hacia los brasileños de edades avanzadas.
Infraestructura social comunitaria
Con una población relativamente joven, acomodar el envejecimiento aún no se ha convertido en una prioridad del gobierno brasileño. A partir de la década de 1980, Brasil estableció un conjunto de salvaguardas legales para proteger los derechos de las personas mayores como parte de su esfuerzo más amplio por lograr la inclusión social, pero en la práctica la implementación de políticas ha sido insuficiente en áreas como el transporte y el acceso a la vivienda.
Sin embargo, a medida que la población brasileña comienza a envejecer, el apoyo al «envejecimiento activo» está ganando terreno. Ya puede observarse en los esfuerzos de algunos gobiernos locales, como el estado de São Paulo, o en ONGs que lideran un movimiento para promover ciudades adaptadas a las personas mayores.
Compromiso tecnológico
El interés en el mercado de la Silver Economía o Economía de plata está creciendo en el sector de tecnología brasileño, ya que algunas empresas locales han comenzado a desarrollar productos que utilizan tecnologías de la información y comunicación para satisfacer las necesidades de los adultos mayores y sus familias.
El gobierno también ha aumentado los fondos para innovaciones que ayudan a la independencia de los adultos mayores y a personas con discapacidades.
Sin embargo, la brecha digital entre los adultos mayores y el resto de la población, junto con el apoyo limitado a la «alfabetización digital» siguen siendo barreras para el pleno desarrollo de este mercado prometedor.
Cuidado de la salud y bienestar
Aunque por debajo del promedio regional, la longevidad y la esperanza de vida saludable de los brasileños han aumentado significativamente en la última década, en parte gracias a las mejoras en el sistema de salud del país.
La introducción de un sistema dual de salud en 1988 garantizó el derecho a la salud gratuita a todos los ciudadanos a través del Sistema Único de Salud (SUS) y permitió la existencia paralela de un sistema de salud privado.
Sin embargo, existen brechas importantes cuando se trata de ciudadanos mayores tanto en atención médica como en sistemas de cuidados a largo plazo. El gobierno está trabajando para abordar las necesidades de los pacientes mayores, al tiempo que mejora el sistema sanitario brasileño en general.
Proyecto de Ancianos Bien Cuidados (Projeto Idoso Bem Cuidado)
La Agencia Nacional de Salud Suplementaria (ANS) lanzó un proyecto piloto llamado «Proyecto: ancianos bien cuidados» en 2016. Su objetivo es crear un modelo de cuidados a adultos mayores que tienen planes de salud privados, que tienden a tener una mejor disposición económica, pero también tienen mayores demandas de atención médica.
Luisa dice
es un proceso al cual todos los países y poblaciones se tendrán que enfrentar tarde o temprano