En el Reino Unido, más de 3 millones de personas mayores necesitan atención debido a que han perdido su autonomía, por ejemplo, para darse un baño, vestirse o incluso alimentarse.
La seguridad social y otros servicios sociales basados en la comunidad solo pueden brindar ayuda a dos tercios de estas personas dependientes. Esto deja de lado a más de 1 millón de personas.